Deporte - Prensa De Pitbulls


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PRACTICAR PRENSA,O INCENTIVAR EL PITBULL A PRENSAR?

PRACTICA :para colgar el perro te recomiendo utilizar algo de yute o tela que el perro pueda desgarrar en caso de quedar enganchado de los colmillos, si el perro ya sabe presar podes utilizar cualquier tipo de mordiente, ya que el perro se va acomodando solo y cuando siente molestia o que esta enganchado tiende a subir para morder con toda la boca!
INCENTIVARLO:En caso de que quieras hacer q tu perro empiece a presar, siempre empeza con la obsecion por el juguete y sin colgarlo, que el perro sepa q es un juego!









¿Qué se necesita para que un perro posea una presa y mordida excelente y potente?
Capacidad psíquica; aptitud y actitud mental para realizar una mordida potente.
Conformación óseo / muscular potente para accionar la mordida de la forma más poderosa posible.
Sistema óptimo de oclusión dentaria.



1.
Considero a este punto el más importante debido a que sin el “deseo”, sin la ambición de realizar cualquiera sea la acción, en este caso la mordida, no existe posibilidad de éxito en el cometido. Por más que poseamos un perro con excelente mecanismo muscular y mandibular, pero que no posee el deseo de morder fuerte, no nos va servir de nada su corrección física; si por el otro lado tenemos a un perro con un sistema óseo-muscular no del todo ideal, pero con una terrible ambición de morder, esta compensaría toda incorrección que el mismo posea, ahora bien, si tenemos la suerte de poseer un perro con un sistema físico de excelencia (óseo-muscular) y con la avidez de morder fuerte, estaremos ante un animal con una mordida devastadora. Esta característica mental es la que diferencia (a mi parecer) al A.P.B.T., y luego a las razas de “presa”, de las otras variedades caninas, ya que aparte de su conformación craneal diseñada para este cometido (el morder fuerte) lo que más importancia tiene es la ambición transmitida de generación en generación para morder fuerte (crianza selectiva).
Una muy buena frase que resume este inciso es una que dijo el famoso criador de la raza, Earl Tudor, la cuál dice así:
“Mis perros muerden fuerte porque QUIEREN, no porque pueden”

2.
Para que la mandíbula realice la presión de la forma más potente y eficaz posible tenemos que considerar aparte de los antes citados, dos puntos de gran importancia;
La conformación ósea en las razas del tipo de “presa” es una característica que las hace resaltar de los otros grupos caninos, esto se da por la estructura craneal de este tipo de perro. Para hablar sobre el funcionamiento óseo – muscular de la mandíbula, quisiera reseñar al Dr. Nores Martínez* –creador del Dogo argentino-, describiendo como funciona la mandíbula: “La mandíbula inferior, al cerrarse, trabaja como una palanca de tercer genero, cuyo punto de apoyo se encuentra en la articulación cóndilo-temporal, la potencia en el ángulo de la mandíbula, donde se insertan los músculos masticadores (masetero, temporal, etc.) y el borde dentario viene a ser el lugar de resistencia; de manera que mientras más cerca este la potencia de la resistencia, más fuerte es la palanca, y si se alarga, más débil.”. Cuando Nores habla de que cuanto más cerca se encuentre la potencia de la resistencia, más fuerte es la palanca y si se alarga es más débil, nos quiere decir que la relación ideal cráneo – hocico debe estar entre 1:1 o 3:2, o sea, el largo del hocico lo más cerca posible al largo del cráneo. Esto nos va a garantizar una mordida  balanceada entre potencia y resistencia. También nos encontramos con que el cráneo debe ser ancho, lo necesario para poder albergar a los músculos maseteros y para que la mandíbula tenga la superficie necesaria para ejercer la mayor palancada posible.
Otro punto importante en la conformación ósea, es la de presentar un hocico fuerte, es decir, un hocico con buena profundidad y ancho, lo que le va a proporcionar al animal solidez necesaria a la hora de aplicar la potencia.
Los movimientos de la mandíbula durante la masticación son complejos y en ellos intervienen a efectos kinesiológicos gran cantidad de músculos, pero a efectos prácticos solamente no interesan dos grupos:los maseteros, a ambos lados de la mandíbula, y los temporales, situados en la parte superior del cráneo. Ambos músculos acomodados simétricamente en ambos lados de la cabeza.
Por otra parte la fuerza que ejerce un músculo depende directamente del número de fibras musculares, es decir: del grosor.
Los músculos temporales tienen a este respecto una limitación física muy clara: que tienen que pasar a través de la fosa temporal y el diámetro de esta marca el máximo grosor que puede alcanzar.
En el Pit Bull Terrier, los arcos cigomáticos que constituyen el límite lateral de cada una de las fosas temporales están muy separados, no obstante estos músculos no son los responsables máximos de la fuerza de la mandíbula, puesto que este carece de cresta sagital en el centro de la cabeza.
En cambio las ramas laterales ascendentes de las mandíbulas están situadas muy altas y son muy planas, con grandes superficies de sustentación muscular que acentúan la potencia de los músculos maseteros.
Para que la mandíbula realice la presión de la forma más potente y eficaz posible tenemos que considerar aparte de los antes citados, dos puntos de gran importancia;
La conformación ósea en las razas del tipo de “presa” es una característica que las hace resaltar de los otros grupos caninos, esto se da por la estructura craneal de este tipo de perro. Para hablar sobre el funcionamiento óseo – muscular de la mandíbula, quisiera reseñar al Dr. Nores Martínez* –creador del Dogo argentino-, describiendo como funciona la mandíbula: “La mandíbula inferior, al cerrarse, trabaja como una palanca de tercer genero, cuyo punto de apoyo se encuentra en la articulación cóndilo-temporal, la potencia en el ángulo de la mandíbula, donde se insertan los músculos masticadores (masetero, temporal, etc.) y el borde dentario viene a ser el lugar de resistencia; de manera que mientras más cerca este la potencia de la resistencia, más fuerte es la palanca, y si se alarga, más débil.”. Cuando Nores habla de que cuanto más cerca se encuentre la potencia de la resistencia, más fuerte es la palanca y si se alarga es más débil, nos quiere decir que la relación ideal cráneo – hocico debe estar entre 1:1 o 3:2, o sea, el largo del hocico lo más cerca posible al largo del cráneo. Esto nos va a garantizar una mordida  balanceada entre potencia y resistencia. También nos encontramos con que el cráneo debe ser ancho, lo necesario para poder albergar a los músculos maseteros y para que la mandíbula tenga la superficie necesaria para ejercer la mayor palancada posible.
Otro punto importante en la conformación ósea, es la de presentar un hocico fuerte, es decir, un hocico con buena profundidad y ancho, lo que le va a proporcionar al animal solidez necesaria a la hora de aplicar la potencia.
Los movimientos de la mandíbula durante la masticación son complejos y en ellos intervienen a efectos kinesiológicos gran cantidad de músculos, pero a efectos prácticos solamente no interesan dos grupos:los maseteros, a ambos lados de la mandíbula, y los temporales, situados en la parte superior del cráneo. Ambos músculos acomodados simétricamente en ambos lados de la cabeza.
Por otra parte la fuerza que ejerce un músculo depende directamente del número de fibras musculares, es decir: del grosor.
Los músculos temporales tienen a este respecto una limitación física muy clara: que tienen que pasar a través de la fosa temporal y el diámetro de esta marca el máximo grosor que puede alcanzar.
En el Pit Bull Terrier, los arcos cigomáticos que constituyen el límite lateral de cada una de las fosas temporales están muy separados, no obstante estos músculos no son los responsables máximos de la fuerza de la mandíbula, puesto que este carece de cresta sagital en el centro de la cabeza.
En cambio las ramas laterales ascendentes de las mandíbulas están situadas muy altas y son muy planas, con grandes superficies de sustentación muscular que acentúan la potencia de los músculos maseteros.



3.
Sobre este apartado me gustaría señalar las particularidades que presenta cada forma de oclusión.
Mordida en tijera: Sobre esta variedad podemos decir que es una mordida totalmente sana. Los incisivos superiores caen justo por delante de los inferiores, los caninos (colmillos) se cruzan bien “apretados”, pero no de forma que haya rozamiento que provoque desgaste. Los premolares y molares caen ajustados unos encima de los otros para poder romper huesos y moler en caso necesario. No hay contacto en ninguna de las piezas dentales. Este tipo de mordida funciona bien y no posee ninguna penalización genética.
Mordida tipo pinza: Para desarrollar esta mordida me gustaría citar unas palabras de Werner Kirschbaum*, en las cuales habla sobre como afecta esta mordida especialmente al Dogo argentino, pero las creo igualmente convenientes para nuestra raza, el Profesor Kirschbaum dice así: “Muchos dogueros prefieren la mordida en pinza, aduciendo su superioridad. Este es ya un concepto antiguo. Sostienen que la mordida en pinza es más firme y efectiva. La mordida en pinza produce un desgaste mayor de los incisivos y una destrucción acelerada de los mismos, dándole una vida mucho más corta. Finalmente, hoy en día, se ha comprobado, que la mordida en pinza es un prognatismo incipiente, con una firme base genética. Los criadores de las razas terriers, hace ya muchos años que vienen penando con su antigua mordida en pinza, promovida por los ingleses, para llegar a la mordida en tijera. Continuamente les aparecen perros con prognatismo e incisivos torcidos. Ellos se convencieron hace muchos años que la mordida en pinza no ofrece ninguna ventaja y resulta un inconveniente grave”.
Me gustaría hacer un alto y comentar que si bien funcionalmente la mordida del tipo pinza no difiere en demasía de la tipo tijera, su penalización se debe tomar por dos fuertes razones; la primera es el desgaste que le produce a las piezas dentarias, y la segunda es la genética, ya que como se señala más arriba, la pinza es un prognatismo incipiente.